Los años setenta fueron una década de atrevidos experimentos de moda, y el cabello no fue una excepción. Aunque algunos estilos han resistido el paso del tiempo, otros se han hecho famosos por su excentricidad.
Exploremos 28 de las tendencias capilares más inolvidables y lamentables de los años 70, que ilustran el sentido único del estilo y la aventura de la época.
1. El salmonete Shag
El shag mullet combinaba dos estilos atrevidos: las capas desgreñadas y la espectacular longitud del mullet. Era a la vez atrevido e incómodo, y dejaba a quienes lo llevaban con un aspecto desaliñado.
En una sala iluminada por la luz de una discoteca, este peinado atraía todas las miradas, pero no siempre por las razones correctas. Sus capas desiguales a menudo requerían un mantenimiento constante para mantener cualquier apariencia de estilo.
2. Flequillo de plumas
Los flequillos de plumas se deslizaban con gracia pero de forma impredecible por la frente, creando un halo de capas vaporosas. Aunque buscaba la elegancia, el peinado podía caer rápidamente en el caos.
A pesar de su encanto, a menudo resultaba poco práctico para el uso diario.
3. Caniche con permanente
Los rizos de caniche con permanente eran un estilo apretado y voluminoso que recordaba al pelaje de un caniche. Popular entre las mujeres que buscaban un estilo dramático, a menudo resultaba en mechones encrespados e incontrolables.
Además, requería muchos cuidados para no parecer una planta rodadora.
4. Puntas esmeriladas
Las puntas escarchadas añadían un toque de color al cabello masculino, creando un efecto bronceado. Aunque estaban de moda, a menudo parecían poco naturales y desiguales.
A pesar del encanto de un resplandor iluminado por el sol, era difícil de mantener sin frecuentes visitas al salón de belleza.
5. El corte de cuenco
El corte en tazón, definido por sus bordes uniformemente recortados, era un básico para muchos jóvenes. Se trataba de un estilo sencillo y pulcro, que a menudo se asemejaba a un cuenco volcado colocado sobre la cabeza.
Visto fuera de los edificios escolares, era a la vez práctico y desafortunado. Su falta de creatividad lo convirtió en un peinado que muchos querían dejar atrás.
6. Pageboy Flip
El peinado de paje se caracterizaba por un cabello liso y liso con las puntas hacia fuera, que recordaba a la gorra de un paje. Aunque pretendía ser sofisticado, a menudo rozaba lo caricaturesco.
En los bulliciosos mercados, este peinado destacaba por su atrevida silueta. Aunque elegante en teoría, el peinado diario necesario lo convertía a menudo en una opción engorrosa para las personas ocupadas.
7. El Afro Puff
El afro puff, una variación del afro tradicional, consistía en llevar el pelo recogido en un gran y voluminoso puff. Era una declaración de orgullo cultural, pero podía ser difícil de manejar.
En las bibliotecas con paneles de madera, los estudiantes exhibían este llamativo estilo. A pesar de su audacia, mantener la forma y el volumen del puff era un reto constante para quienes lo llevaban.
8. Mopa rizada
La melena rizada era un look salvaje y desaliñado caracterizado por rizos sueltos que caían en cascada en todas direcciones. Los músicos lo llevaban a menudo en el escenario, añadiendo un aire de caos creativo.
Aunque era perfecto para las actuaciones, en la vida cotidiana se traducía en un aspecto desordenado. El gran volumen de rizos requería un gran esfuerzo para domarlos y peinarlos.
9. Ondas al centro
Las ondas con raya al medio se diseñaron para enmarcar el rostro con gracia y aportar un toque de elegancia. Sin embargo, este estilo requería un peinado cuidadoso para evitar que parecieran lacias.
Sin embargo, el esfuerzo necesario para mantener el equilibrio perfecto de las olas a menudo resultaba una tarea desalentadora para muchos fiesteros.
10. El corte en cuña
El corte en cuña, caracterizado por capas angulosas y un volumen espectacular, era toda una declaración de intenciones. Requería precisión para lograr su forma característica.
En los grandes almacenes, los compradores hacían alarde de este atrevido estilo. A pesar de su llamativa silueta, su mantenimiento lo hacía difícil de manejar, y a menudo resultaba en un aspecto desordenado cuando se descuidaba.
11. Manía de las patillas
La manía de las patillas dio protagonismo a las patillas exageradas, que ofrecían un aspecto rudo. Aunque estaba de moda, este estilo podía resultar excesivo.
En los lujosos salones, era una imagen habitual entre los partidarios de una imagen rebelde. Mantener la longitud y la forma perfectas era crucial, pues de lo contrario se corría el riesgo de parecer cómicamente anticuado o descuidado.
12. La colmena reinventada
La colmena reinventada trajo de vuelta el peinado imponente, con mayor complejidad y estilo. Su objetivo era impresionar, pero a menudo resultaba exagerado.
Aunque sin duda llamaba la atención, la integridad estructural requería abundante laca, lo que daba una sensación de rigidez y de casco que distaba mucho de ser cómoda.
13. Largo y desgarbado
El pelo largo y lacio representaba un aspecto despreocupado y natural, pero a menudo parecía plano y sin vida. A lo largo de los paseos marítimos, este estilo era popular entre quienes buscaban la sencillez.
Sin embargo, la ausencia de volumen a menudo se traducía en un aspecto deslucido. Los recortes y acondicionamientos regulares eran esenciales para evitar que pareciera excesivamente descuidado o raído.
14. Púas gelificadas
Las puntas esculpidas daban un toque punk. Las discotecas con luces brillantes exhibieron este atrevido look.
Sin embargo, este peinado era famoso por su textura pegajosa y crujiente, que resultaba incómoda. A pesar de su encanto rebelde, para conseguirlo y mantenerlo a menudo era necesario utilizar una cantidad excesiva de gel de peinado.
15. Bouffant Bonanza
El bouffant bonanza, caracterizado por su gran volumen, era un básico en los eventos formales. Aunque era visualmente impresionante, requería un peinado meticuloso.
Sin embargo, la cantidad de cardados y pulverizaciones necesarias a menudo dañaban el cabello, lo que dificultaba la recuperación tras la celebración.
16. Bob desordenado
El messy bob buscaba un aire chic sin esfuerzo, con sus capas despeinadas que sugerían una actitud despreocupada. En las exposiciones de arte, este look era una elección habitual.
Sin embargo, la delgada línea que separa el despeinado con estilo del simple desorden es muy fina. Conseguir la textura adecuada requería un peinado cuidadoso, o se corría el riesgo de parecer caótico y poco favorecedor.
17. La película
Este peinado con las puntas hacia fuera daba al cabello un alegre movimiento. En los cafés retro, añadía un toque de fantasía.
Aunque encantador, el peinado necesitaba un mantenimiento regular para evitar que se cayera. El uso de rizadores y laca era esencial para mantener las puntas firmes. Si no se le presta atención, el atractivo del peinado se desvanece rápidamente.
18. Diademas masivas
Las enormes diademas cubrían el cabello en amplios y atrevidos mechones, a menudo resaltando los rasgos de quien las llevaba. En los conciertos al aire libre, eran un accesorio básico.
Aunque resultaban prácticas para mantener el pelo en su sitio, su tamaño podía dominar un conjunto. Lograr el equilibrio entre el pelo y la diadema era crucial. De lo contrario, se corría el riesgo de que pareciera más un disfraz que un estilo.
19. Cortes asimétricos
Los cortes asimétricos jugaron con el equilibrio, dando un giro atrevido a los estilos convencionales. Las calles urbanas realzaron esta elección aventurera.
Sin embargo, las longitudes desiguales requerían una atención regular para mantener su atractivo. Sin retoques frecuentes, el estilo podía parecer inconexo y descuidado, lo que mermaba su pretendido encanto modernista y estilo artístico.
20. Halo Perm
La permanente halo rodeaba la cabeza con rizos apretados, creando un aura angelical. En las bodas en jardines, añadía un toque etéreo. Sin embargo, la intensidad del peinado a menudo eclipsaba los rasgos faciales.
Controlar el encrespamiento y mantener el patrón definido de los rizos exigía un esfuerzo considerable. Sin un peinado cuidadoso, la aureola podía convertirse rápidamente en un desastre rebelde y esponjoso.
21. Overgrown Shag
El estilo overgrown shag se caracterizaba por un pelo largo y en capas que a menudo parecía indomable. Los mercadillos vieron cómo muchos adoptaban este estilo relajado.
Sin embargo, su aspecto desaliñado podía degenerar en desaliño si no se cuidaba adecuadamente. Recortarlo y peinarlo con regularidad era crucial para no parecer descuidado. A pesar de su encanto desenfadado, el pelo desgreñado exigía atención al detalle.
22. El Bob volteado
El corte recto volteado era estructurado pero alegre, con las puntas volteadas hacia fuera para darle estilo. Las reuniones de negocios fueron testigos de este elegante look.
Sin embargo, para conseguir el peinado perfecto era necesario peinarlo a diario. Sin un peinado cuidadoso, las puntas corrían el riesgo de caerse y perder su característico movimiento. El uso constante de laca y métodos de rizado eran necesarios para mantener su encanto vivaz.
23. Caos engarzado
El caos ondulado consistía en crear pequeños patrones en zigzag por todo el pelo, añadiendo volumen y textura. Las luces de discoteca hicieron de este peinado una elección deslumbrante.
Sin embargo, el proceso a menudo dejaba el pelo seco y quebradizo. Los mechones rizados requerían cuidados intensivos para evitar daños. A pesar de su atractivo, este estilo suponía un gran esfuerzo de mantenimiento para muchas personas.
24. El Bob Permed
El bob con permanente combinaba los rizos apretados con la forma clásica del bob, dando como resultado un look voluminoso. En las reuniones familiares se solía lucir este estilo alegre.
Sin embargo, los rizos requerían un mantenimiento constante para evitar el encrespamiento. El acondicionamiento regular era esencial para preservar el rebote y la estructura del bob, evitando que se convirtiera en una situación rebelde y encrespada.
25. 25. Floppy Hippie Hair
El pelo suelto de los hippies personificaba el espíritu libre de la época, a menudo suelto y sin peinar. Las comunas adoptaron este look natural. Sin embargo, la falta de definición hacía que pareciera descuidado. Lavarlo y desenredarlo con regularidad era esencial para mantenerlo sano.
A pesar de su aire despreocupado, lograr un aspecto presentable requería más esfuerzo del que parecía.
26. Lo más destacado
Las mechas gruesas añadían amplios mechones de color contrastado al cabello, creando un estilo atrevido. A las pasarelas de moda les encantó este look vibrante.
Sin embargo, las líneas duras a menudo parecían artificiales sin un difuminado hábil. Los retoques regulares eran cruciales para mantener la vitalidad del estilo. Sin ellos, las mechas corrían el riesgo de desvanecerse en un desorden desigual y poco atractivo.
27. El corte de navaja
El corte a navaja presentaba bordes muy definidos, creando un aspecto elegante y moderno. En los parques urbanos, muchos lucían este estilo atrevido.
Sin embargo, la precisión necesaria para su ejecución provocaba a menudo percances de estilo. Los recortes regulares eran esenciales para mantener su nitidez. Sin ellos, el corte corría el riesgo de parecer desigual y perder su atractivo atrevido y contemporáneo.
28. Capas con textura
Las capas texturizadas añadían profundidad y movimiento al cabello, buscando un efecto vivo. Los cafés se llenaron de gente con esta popular elección.
Sin embargo, mantener las capas bien diferenciadas requería una atención constante. Se necesitaban cortes regulares y productos de peinado para evitar que se fundieran en una masa sin forma. A pesar de su intención dinámica, el estilo requería mucho mantenimiento para que perdurara en el tiempo.