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33 hábitos de cortesía que no gustan a los peluqueros, y qué hacer en su lugar

33 hábitos de cortesía que no gustan a los peluqueros y qué hacer en su lugar

Cuando se visita un salón de peluquería, ciertos hábitos de cortesía pueden no sentar bien a los peluqueros. Aunque estas acciones suelen ser bienintencionadas, a veces pueden interrumpir el flujo de trabajo de un estilista o crear una presión involuntaria.

Esta entrada del blog explora 33 de estos hábitos y ofrece enfoques alternativos para hacer que su visita al salón de belleza sea fluida y agradable tanto para usted como para su estilista.

1. Llegar demasiado pronto

© curlsnstyle

Llegar demasiado pronto puede parecer considerado, pero puede alterar el horario del estilista. Puede que se sientan apurados por atenderte antes de lo previsto.

En lugar de eso, procure llegar unos minutos antes de la hora de la cita. Así respetará su tiempo y podrá prepararse sin presiones ni distracciones.

2. Llevar comida

© karldawsonhair

Llevar comida al salón puede parecer educado si tienes prisa, pero puede crear suciedad y olores desagradables para los demás.

Los estilistas aprecian un espacio limpio, así que procura comer antes o mantener los tentempiés discretos y ordenados. Una simple barrita de cereales puede ser la mejor opción para llevar.

3. Compartir en exceso historias personales

© live_love_dohair

Compartir anécdotas con tu peluquero puede ser agradable, pero compartir demasiados detalles personales puede incomodarle. Los peluqueros suelen preferir conversaciones ligeras que levanten el ánimo.

Limítate a temas divertidos e informales a menos que tu estilista inicie conversaciones más profundas. De este modo, el ambiente del salón será agradable y se mantendrán los límites profesionales.

4. Llevar a los niños a la cita

© cemeterystrut

Aunque algunos padres creen que es conveniente llevar a los niños, los salones de belleza no suelen ser entornos aptos para ellos.

Los niños sin supervisión pueden provocar accidentes o distracciones. Si es posible, organice de antemano el cuidado de los niños o reserve las citas en horario escolar. Así se garantiza un entorno tranquilo y libre de peligros para todos los que participan en la experiencia del salón.

5. Indecisión sobre el estilo

@flawlesshair

La indecisión puede retrasar la cita y afectar a los clientes siguientes. Los estilistas aprecian a los clientes que tienen una idea clara de lo que quieren.

Si no estás segura, considera la posibilidad de hablar antes con tu estilista sobre posibles estilos o de llevar fotos como referencia. Esta preparación puede agilizar el proceso y conseguir resultados más satisfactorios.

6. Hablar por teléfono durante la cita

© miss.franke.stylist

Utilizar el teléfono durante la sesión puede resultar molesto e irrespetuoso para el estilista. Las conversaciones pueden distraerle o interferir en su trabajo.

Si una llamada es urgente, informa a tu estilista y sé breve. De lo contrario, es mejor dejar que las llamadas vayan al buzón de voz y devolverlas cuando haya terminado la cita.

7. Cambiar de estilista con frecuencia

© chrisweberhair

Cambiar de estilista con demasiada frecuencia puede parecer una forma de explorar distintas especialidades, pero puede resultar desalentador para los estilistas habituales.

Entablar una relación con un estilista permite una mejor comprensión y coherencia en el cuidado de tu cabello. Si sientes la necesidad de cambiar, comunica tus razones; los profesionales aprecian los comentarios constructivos.

8. No mencionar alergias o preferencias

© the.blonde.muse

No mencionar las alergias o preferencias puede parecer poco importante, pero puede dar lugar a experiencias incómodas o inseguras. Los peluqueros tienen que conocer la sensibilidad de tu piel o los productos que no te gustan.

Antes de tu cita, haz una lista de los detalles importantes que quieras compartir. Así tu estilista podrá adaptar sus servicios a tus necesidades específicas con total seguridad.

9. Traer sus propios productos sin discusión

© kimwasabi

Llegar con productos personales para el cabello puede parecer necesario, pero puede socavar la experiencia profesional de un estilista. Ellos seleccionan los productos en función del tipo de cabello y los resultados deseados.

Comunique de antemano cualquier duda sobre los productos, ya que podrían tener alternativas que le convengan. La colaboración garantiza el equilibrio entre la atención profesional y la comodidad personal.

10. Regatear el precio

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Negociar los precios puede ser habitual en los mercados, pero en los salones puede parecer una falta de respeto. Los precios reflejan la habilidad del estilista, la calidad del producto y su tiempo.

Si te preocupa el presupuesto, habla de los servicios y los costes por adelantado, o pregunta por las promociones. Esta transparencia respeta tanto tus necesidades económicas como el valor profesional del estilista.

11. Cancelación de última hora

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Cancelar en el último minuto altera el horario y los ingresos del estilista. Las emergencias ocurren, pero intenta avisar al salón lo antes posible. Si cambias a menudo de cita, considera la posibilidad de reservar en horas más tranquilas o cuando tu calendario sea más predecible.

Esto ayuda a los salones a adaptarse rápidamente y llenar su hueco, minimizando sus molestias y la pérdida de ingresos.

12. Pedir descuentos poco razonables

© women.60.plus

Solicitar grandes descuentos puede parecer una forma de ahorrar dinero, pero infravalora el trabajo de un estilista. Los salones fijan los precios en función de los servicios, las habilidades y los materiales.

Si te preocupa tu presupuesto, pregunta por los programas de fidelización o los paquetes de servicios. Estas opciones suelen suponer un ahorro, al tiempo que mantienen el respeto por el trabajo duro y la experiencia que ofrecen los estilistas.

13. Traer demasiados amigos

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Llevar a los amigos puede parecer divertido, pero demasiados pueden abarrotar y alterar el ambiente del salón. El espacio se resiente y puede distraer a los estilistas.

Si desea compartir la experiencia, invite a un amigo cada vez o sugiera reunirse después de la cita. Así se mantiene un ambiente profesional y se respeta la comodidad de los demás clientes.

14. Llevar ropa difícil

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Llevar conjuntos complejos con cuellos ajustados o numerosos accesorios puede complicar los servicios capilares. Los estilistas prefieren que los clientes lleven ropa cómoda y fácil de quitar.

Considera la posibilidad de llevar algo holgado con pocas joyas. Esto permite a los estilistas maniobrar fácilmente alrededor de tu cabeza y reduce el riesgo de que se enganchen o manchen tu ropa, garantizando una experiencia más suave.

15. Aparecer enfermo

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Visitar un salón de belleza estando enfermo puede contagiar la enfermedad a los estilistas y a otros clientes. Si no te encuentras bien, ten la consideración de cambiar la cita.

Los salones aprecian a los clientes que dan prioridad a la salud quedándose en casa cuando están contagiados. Cuando te encuentres mejor, tu estilista estará encantado de atenderte, garantizando la seguridad y comodidad de todos.

16. Esperar que un estilista arregle los errores de otro

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Esperar que un estilista arregle el trabajo de otro puede ponerle en una situación difícil. Aunque se esfuerzan por ayudar, lo mejor es comunicar abiertamente lo que quieres corregir.

Comprenda que algunos problemas pueden requerir varias visitas. La paciencia y las explicaciones claras ayudarán a conseguir los resultados deseados, respetando al mismo tiempo la capacidad profesional del estilista.

17. No dar propina justa

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Dejar una buena propina puede parecer trivial, pero afecta a la moral y a los ingresos del estilista. La propina es un reconocimiento de su habilidad y su duro trabajo. Si no tienes claras las normas sobre propinas, pregunta antes o consulta las directrices en Internet.

Las propinas habituales suelen oscilar entre 15% y 20%. Una propina justa ayuda al estilista a ganarse la vida y fomenta una relación positiva.

18. Ser demasiado tímido para hablar

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Ser tímido a la hora de expresar insatisfacción puede dar lugar a arrepentimientos. Los estilistas valoran la comunicación abierta para garantizar la satisfacción con los resultados.

Si algo no te gusta, informa a tu estilista durante el proceso. Prefieren hacer ajustes a que los clientes se vayan descontentos. Los comentarios sinceros les ayudan a perfeccionar sus técnicas y a ganarse la confianza de los clientes.

19. Ignorar los consejos para el cuidado del cabello

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Aunque creas que tu rutina funciona, ignorar los consejos de un profesional puede perjudicar la salud de tu cabello. Los estilistas ofrecen recomendaciones adaptadas a tu tipo de cabello y estilo de vida.

Si no estás segura, haz preguntas o pide alternativas más sencillas. Tu estilista quiere lo mejor para tu pelo, y seguir sus consejos te permitirá conseguir peinados más sanos y manejables a largo plazo.

20. Ser grosero o impaciente

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La impaciencia o la descortesía pueden crear un ambiente tenso que afecte a la calidad del servicio. Los peluqueros aprecian la paciencia y la amabilidad, ya que fomentan una experiencia más agradable.

Entender que un buen trabajo lleva tiempo y reconocer el esfuerzo que supone. Un comportamiento amable anima a los estilistas a dar lo mejor de sí mismos, garantizando que ambas partes salgan del salón sintiéndose satisfechas y respetadas.

21. Probar nuevas tendencias sin investigar

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Adentrarse en las tendencias capilares sin conocer su mantenimiento puede parecer emocionante, pero puede llevar a la decepción. Busca estilos que se adapten a tu tipo de cabello y a tu compromiso de mantenimiento. Consulta con tu estilista la viabilidad y los cuidados necesarios.

Este enfoque informado aumenta la satisfacción, garantiza un mantenimiento manejable y respeta los consejos profesionales del estilista para la salud de tu cabello.

22. Utilización de productos caducados

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Utilizar productos caducados puede dañar tu cabello y afectar a los tratamientos de peluquería. Desecha los productos caducados y opta por alternativas de calidad. Si tienes dudas, tu estilista puede recomendarte marcas de confianza adecuadas a tu tipo de cabello.

Actualizar regularmente tu arsenal de cuidados capilares favorece la salud del cabello y complementa los cuidados profesionales recibidos, maximizando los beneficios de tus visitas al salón.

23. Interferir en la técnica del estilista

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Ajustar constantemente el pelo mientras el estilista trabaja puede parecer útil, pero puede interrumpir su proceso. Confía en su experiencia y deja que guíe la sesión. Si tienes preferencias o molestias, comunícalas antes de empezar.

Respetar su técnica conduce a mejores resultados y pone de manifiesto la comprensión y el aprecio mutuos de su artesanía.

24. Saltarse citas

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Faltar a las citas sin avisar altera el horario del salón y afecta a sus ingresos. Si no puedes acudir, informa al salón lo antes posible.

Muchos salones cobran ahora por no presentarse para compensar el tiempo perdido. La asistencia regular genera confianza y permite a los estilistas planificar mejor, garantizando que sus franjas horarias estén disponibles cuando se necesiten y fomentando una relación de servicio fiable.

25. Esperar resultados inmediatos

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Esperar transformaciones instantáneas puede pasar por alto la complejidad de los tratamientos capilares. Algunos procesos, como la corrección del color, requieren tiempo y paciencia. Habla de plazos realistas con tu estilista; te explicará cada paso necesario para obtener los resultados deseados.

La paciencia garantiza que los procesos se lleven a cabo con seguridad y eficacia, dando lugar a transformaciones satisfactorias que respetan la experiencia del estilista y las expectativas del cliente.

26. No mantenerse al día con los recortes regulares

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Omitir los recortes regulares puede parecer una forma de hacer crecer el pelo, pero a menudo provoca daños. Los recortes regulares evitan las puntas abiertas y favorecen un crecimiento sano.

Visita a tu estilista cada 6-8 semanas para un mantenimiento. Esta rutina mantiene el cabello con un aspecto fresco, minimiza las roturas y mejora la capacidad de su estilista para ofrecer resultados excelentes de forma constante en cada visita.

27. Solicitud de estilos imposibles

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Tener expectativas poco realistas sobre el peinado puede parecer un reto divertido, pero puede llevarte a la decepción. Los estilistas quieren hacer realidad tu visión, pero algunos peinados no son factibles para todos los tipos de cabello. Sé receptiva a los ajustes y al asesoramiento profesional.

Comprender las limitaciones conduce a resultados satisfactorios y reconoce la experiencia del estilista a la hora de ofrecer una belleza alcanzable.

28. Ignorar las políticas del salón

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Ignorar las normas del salón puede crear situaciones incómodas para el personal y los clientes. Las normas se aplican por motivos de seguridad y eficacia. Familiarícese con ellas antes de su visita para evitar malentendidos. Cumplirlas garantiza una experiencia sin problemas para todas las partes implicadas.

El respeto de estas directrices fomenta un entorno de cooperación y refleja positivamente su compromiso con el bienestar de la comunidad.

29. Mirarse constantemente en el espejo

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Mirarse constantemente al espejo puede distraer al estilista y alterar su concentración. También puede aumentar la ansiedad ante el proceso.

Deje que el estilista trabaje libremente hasta la revelación final. Si le preocupa, pídale que le informe de los progresos. Esto genera confianza, reduce el estrés y, a menudo, produce una agradable sorpresa y satisfacción con el resultado final.

30. No lavarse el pelo antes de la cita

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Llegar con el pelo graso y sin lavar puede complicar el peinado y la precisión del corte. A menos que se indique lo contrario, es más fácil trabajar con el pelo limpio y se obtienen mejores resultados.

Lavar el pelo la noche anterior o la mañana de tu cita garantiza unas condiciones óptimas para que tu estilista muestre sus habilidades, lo que se traduce en peinados más precisos y satisfactorios.

31. Ser excesivamente crítico

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Los comentarios demasiado críticos pueden desmoralizar a un estilista. Las críticas constructivas les ayudan a entender tus preferencias, mientras que los comentarios duros pueden afectar a su confianza. Comunica tus preocupaciones de forma amable y específica.

Este enfoque permite realizar ajustes y ayuda a perfeccionar sus servicios para satisfacer mejor tus expectativas. Las interacciones positivas mejoran la experiencia en el salón y fortalecen la relación entre el cliente y el estilista.

32. Usar dispositivos constantemente durante la cita

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El uso constante de dispositivos puede parecer esencial, pero distrae de la interacción estilista-cliente. Puede dificultar la comunicación sobre las preferencias e interrumpir el flujo.

Deje los dispositivos a un lado para conversar o relajarse. Esto fomenta una experiencia más enriquecedora, lo que permite a los estilistas centrarse en su oficio y adaptar los servicios de forma más personal, mejorando la satisfacción general.

33. No expresar gratitud

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Descuidar la expresión de gratitud puede parecer insignificante, pero deja una impresión duradera. Un simple agradecimiento reconoce el esfuerzo y el talento del estilista y fomenta la buena voluntad. Las afirmaciones positivas animan a los estilistas a mantener un alto nivel de servicio.

Cultivar el hábito de la gratitud enriquece las interacciones, mejora las visitas futuras y crea una relación positiva, haciendo que cada experiencia en el salón sea más agradable.