Alisarse el pelo puede parecer la solución a todos tus problemas de chica rizada, pero antes de tomar la decisión de hacerlo, asegúrate de saber en qué te estás metiendo.
El tratamiento químico de cualquier tipo es un compromiso y conlleva consecuencias. Muchas cosas de tu pelo cambiarán, y solo algunas para mejor.
Esto es lo que me hubiera gustado saber antes de alisarme el pelo.
1. Tómese su tiempo e investigue
Antes de lanzarse, haga los deberes: investigar métodos de alisado permanente del cabello lo suficientemente bien como para saber qué preguntas hacer, reserve una cita de consulta con un profesional.
Un buen estilista tendrá en cuenta tu tipo de cabello, textura, patrón de rizos, densidad, porosidad, salud y cualquier otra cosa que pueda influir en el resultado del proceso de alisado.
Por desgracia, algunos peluqueros intentarán venderte su tratamiento más caro aunque no te funcione, así que saber lo que hay puede salvarte el pelo y ahorrarte dinero.
Los métodos de alisado permanentes y semipermanentes más populares son los alisados, los alisados japoneses, los fijadores y los tratamientos de queratina. Se diferencian en los resultados, la duración, el precio y el tipo de cabello.
- Relajación del cabello es el más antiguo y el más asequible. Funciona en cabellos muy rizados y espesos, pero debe evitarse si el cabello ya está dañado o excesivamente procesado. Es irreversible y requiere retoques en la raíz.
- Alisado térmico japonés crea un pelo brillante y liso, pero es permanente y no se puede deshacer. Es el más caro, empeora los daños y sólo funciona en algunos tipos de cabello. Este tratamiento es demasiado agresivo para el delicado tipo 4 de cabello rizado y puede dañarlo gravemente.
- Fijación del cabello y tratamientos de queratina crean un pelo suave y sedoso, reducen el encrespamiento y dan brillo al cabello, pero se lavan rápidamente y es posible que el pelo no vuelva a su estado original. Los tratamientos de queratina también entrañan el peligro de la exposición al formaldehído.
Elegir la opción adecuada -o una combinación de opciones- puede marcar una gran diferencia.
2. Déjelo en manos de profesionales
Has visto los kits de alisado caseros en la farmacia, pero aquí está la cosa: a menos que sepas realmente, realmente bien lo que haces, déjalos. Incluso cuando se hacen profesionalmente, los tratamientos de alisado debilitan el pelo, y los alisados caseros casi seguro que lo dañan. Así que hazle un favor a tu pelo y no te lo hagas tú misma.
La experiencia es clave a la hora de obtener los mejores resultados, por lo que encontrar un estilista experto y con experiencia marcará la diferencia. Pide recomendaciones, busca en internet, comprueba tus opciones antes de elegir el salón y el estilista.
No dejes que cualquiera se acerque a tu pelo: elige lo mejor que encuentres. Un precio alto no siempre significa alta calidad, pero no te dejes llevar sólo porque encuentres una opción barata. Puede que pagues el resto del precio con tu pelo, y unos pocos dólares no merecen salir de la peluquería con el pelo frito.
3. No se puede deshacer
El alisado permanente no tiene marcha atrás. El pelo alisado dura hasta que crece pelo nuevo y nunca volverá a sus rizos naturales. La otra cara de la moneda es que habrá que retocar todo nuevo cabello que crezca para mantener el pelo liso. No puedes cambiar de opinión y recuperar tu antiguo pelo.
Y si fuiste a una peluquería donde no sabían lo que hacían, ni siquiera tendrás un pelo bonito del que arrepentirte: en su lugar, sólo estará dañado, oliendo a productos químicos y más frágil que nunca.
Incluso los tratamientos semipermanentes, como el alisado, afectan a la textura del cabello y puede que nunca vuelva a ser el mismo. Estos tratamientos se eliminan con los lavados, pero siguen afectando al cabello, aunque no tanto como el alisado y el rizado.
4. Una vez que empiezas, es un compromiso
Alisarse el pelo requiere un mantenimiento continuo. Asegúrate de que es algo que deseas y a lo que puedes comprometerte antes de sentarte en la silla.
A medida que tu pelo crezca, tendrás una mezcla de raíces rizadas y puntas lisas. Debido al recrecimiento, tendrás el pelo con múltiples texturas y necesitarás constantes y costosos retoques que te llevarán mucho tiempo. Ya no podrás exponer tu pelo a las inclemencias del tiempo tan despreocupadamente como antes, porque el sol puede dañarlo. Cuidar tu pelo te llevará mucho tiempo y los nuevos productos que necesitarás son caros.
Con todos estos cambios de estilo de vida, requisitos especiales para el cuidado del cabello, sequedad y encrespamiento, tendrás la sensación de que tu vida gira en torno a tu pelo. Pero quizá ya lo haga, así que tendrás que averiguar si merece la pena.
5. Siga las normas de cuidado posteriores al alisado
Después de alisarte el pelo, tendrás que adquirir varios hábitos que quizá no tenías antes. Llevar el pelo tratado químicamente significa que tienes que tratarlo con especial cuidado para mantenerlo liso y sano, lo que requiere esfuerzo, tiempo y dinero.
Se trata de una lista incompleta y puede haber otros requisitos de cuidado del cabello en su caso particular, pero puede darle una idea de lo que puede esperar.
- Usted debe siga las instrucciones de cuidado posterior que le dará su estilista después del tratamiento.
- Champús y acondicionadores comunes contienen sulfatospor lo que para el lavado y el mantenimiento después del tratamiento tendrá que cambiar a nuevos productos.
- Todos los productos que resecan el cabello están fuera de la mesa y productos hidratantes son necesarios.
- Tendrás que tener cuidado con nutrición e ingesta de agua para evitar dañar aún más tu cabello.
- Las toallas normales pueden dañar tu pelo, así que tendrás que cambiar a las de microfibra.
- Usted debe protege tu cabello de los rayos UV con sombreros, bufandas, etc.
- Debes conseguir recortes frecuentes para eliminar los daños y las puntas abiertas para evitar que se extienda.
- Cepíllate el pelo sólo con cepillos que no lo dañen.
- No utilices nunca herramientas de peinado calientes.
- Tiene que acondicionamiento profundo tu pelo.
6. Recuperar tus rizos no será fácil
Si decides que ya no quieres volver a tu pelo natural, el proceso puede ser insoportable. Y, además, existe la posibilidad de que pierdas tu patrón de rizos natural de forma permanente y nunca vuelvas a tener el pelo que tenías antes del alisado.
Muchas personas que se alisan el pelo tienen problemas con los daños causados tanto por el procedimiento como por la propia manipulación del cabello. A medida que el pelo crece, no cabe duda de que tendrás la tentación de alisar las raíces rizadas con una plancha, pero incluso tocar el pelo alisado con herramientas de peinado térmicas puede destruirlo.
Recuperar el cabello natural tras un tratamiento químico es un proceso lento y laborioso. A menos que seas lo suficientemente valiente como para cortártelo todo y dejarlo crecer de nuevo, tendrás que cuidar tu cabello hasta que vuelva a crecer a la longitud con la que te sientas cómoda.
Utilizar tratamientos de acondicionamiento profundo, champús suaves, recortar el cabello con regularidad, no utilizar nunca herramientas calientes y ser muy cuidadoso con el cabello puede ser suficiente, pero la triste realidad es que tu pelo nunca volverá a ser el mismo.
7. Puede empeorar el cabello dañado
Si tu pelo ya está dañado, el alisado permanente lo empeorará. Aunque sea no ya dañado, siempre existe la posibilidad de que el alisado te fría el pelo. El riesgo se reduce si lo hace un profesional que sepa cómo hacerlo bien, así que no renuncies a ello.
Los productos químicos más el calor equivalen a daños. El cabello se deshidrata, es más difícil de peinar y tarda más en secarse, y las hebras se vuelven ásperas y quebradizas, sin volumen. Si tu cabello ya estaba dañado, es de esperar que se rompa y se caiga. Puedes acabar con el pelo lacio y quebradizo, además de todo lo que conlleva tener el pelo alisado.
Elegir un buen salón con técnicos expertos que utilicen el mejor producto y las mejores herramientas y que te avisen si tu pelo está demasiado dañado para alisarlo es tu mejor opción si quieres evitar todos los daños innecesarios.
8. Puede causar problemas en el cuero cabelludo y provocar la caída del cabello
Los productos químicos de los alisadores y las planchas se utilizan para romper los enlaces del pelo o activar sustancias. Son muy agresivos y dañinos para el pelo y, aunque no lo notes inmediatamente, pueden dañar no solo el pelo, sino también el cuero cabelludo.
El cuero cabelludo seco o excesivamente graso, la caspa y los picores son posibles efectos secundarios. Un cuero cabelludo irritado y unas hebras quebradizas son una receta para la rotura y la caída del cabello, y en lugar de una melena brillante podrías acabar con un pelo fino con mechones ásperos, quebradizos y pajizos.
9. Teñir el pelo alisado puede causar daños
Debes tener mucho cuidado si quieres teñirte y alisarte el pelo. Dos procesos químicos sobre el cabello no sólo son perjudiciales, sino que también pueden darte resultados diferentes de los que esperas.
Si te tiñes el pelo antes de alisarlo químicamente, los productos químicos pueden decolorarlo. Si te has decolorado el pelo, no te lo alises o podría sufrir daños irreparables.
Puedes teñirte el pelo dos o tres semanas después de alisárteloy es mejor dejárselo a los profesionales. El proceso de coloración hay que tomarlo con calma, sobre todo si te estás aclarando el pelo.
10. Sea consciente de los riesgos para la salud
El alisado del cabello puede tener efectos secundarios negativos, como daños por calor y pérdida del patrón natural de rizos, pero también puede suponer graves riesgos para la salud desde reacciones alérgicas hasta la exposición a sustancias cancerígenas, especialmente con un uso prolongado.
Los alisados químicos utilizan calor y productos químicos agresivos para romper los enlaces naturales del cabello. La exposición a estos productos químicos puede causar diversos problemas de salud, entre ellos cáncer de útero, cáncer de mama, endometriosis y fibromas uterinos.
La única forma de eliminar este riesgo es no utilizar planchas de pelo químicas, pero si las utilizas, procura usarlas con la menor frecuencia posible, realizar el procedimiento únicamente en un salón de confianza y hacer siempre una prueba del parche para ver si eres demasiado sensible a determinadas sustancias.